jueves, 30 de julio de 2009

MAHALOS



En pocas palabras queremos volver a repetirlo el año que viene mejor preparados y en solitario, Fernando por su experiencia final y Guillermo porque no se quiere subir a un barco nunca más, prefiere hacer todo el recorrido encima de la plancha.

Honora la esposa de Ekolu ha ganado el femenino por equipos.

Ekolu nos sorprendió regalándonos su lycra con una anotación sencilla;

Keep paddeling. Aloha. Ekolu Hawai.

Pocas palabras con un mensaje intenso; keep paddeling!!!!!

Quisiéramos agradecer a Cesar Mataix (NICOBOCO ESPAÑA), pionero del SUP que ha sido el artífice de nuestras aventuras y experiencias desde que empezamos con el SUP, sin su apoyo generoso, incondicional, apasionado, el SUP en nuestro país estaría en pañales.

Y al equipo Directivo de la Federación Española de Surf que ha apoyado siempre nuestras iniciativas, haciendo todo lo posible para que el SUP en España, pueda desarrollarse y crecer con bases sólidas.

A Ekolu, su esposa, sus padres, a Kainoa y Kalani por habernos recibido tan afectuosamente y por todas las experiencias inolvidables que nos han hecho participar juntos, Mahalo.

¡Aloha Molokai!

Video Race Reports Molokai-Oahu.

Perdón por el sonido y por los encuadres rollo Valerio Lazaroz, pero las condiciones no eran para hacer florituras.





Fotos Final de Carrera

Ekolu y Mel Pu´en plena actuación.



Ekolu, el primero en llegar y el último en irse


Garret Mac Namara


Honora y Ekolu


Mel Pu´y Gerry Lopez.


El gran Jamie Mitchell


Guillermo y Jamie

Domingo. el Gran Día







La carrera de padelboards sale a las 7.30 y la de SUP a las 8. En el blessing de salida se forma un impresionante círculo de competidores, todos agarrados de la mano. Se escucha una voz entre un silencio de tensión y respeto. Nos damos cuenta de que esto es muy serio y que necesitaremos toda la ayuda posible para terminar la carrera. Apretamos las manos. La voz dice también que sólo por estar en la línea de salida ya somos campeones. Termina el blessing, levantamos la cabeza y nos sorprende ver a nuestro lado a Dave Kalama. Todos somos uno. Alucinante.

La línea de salida es impresionante, barcos escolta por todas partes, helicópteros sobrevolándonos sin cesar, motos de agua de salvamento.

Fernando hace la línea de salida, Ekolu sale como una moto y todos los demás detrás del líder, el ritmo de carrera desde el principio de las tablas unlimited es endemoniado, nosotros vamos con una 14´, casi todos los demás llevan 16´ y se habla que para el 2010 las tablas serán de 20´. Tomad nota.

Hacemos los cambios en perfecta sincronía y empezamos a remontar plazas al cabo de hora y media. Comparado con la travesía anterior esta la estamos disfrutando plenamente, pues sabemos leer mejor el mar, surfeamos olas, nuestras sensaciones son muy buenas y se nos ha metido el gusanillo competitivo en el cuerpo, nuestro objetivo ya no solamente conseguir acabar la carrera sino ir conquistando puestos.

Cuando faltan 12 millas para llegar a Coconout Head, a Guillermo le sienta mal la bebida isotónica y empieza a vomitar, hasta que llega un momento que no puede seguir el ritmo de carrera porque cada trago de agua que bebe lo expulsa y con el esfuerzo empieza a tener calambres, así que Fernando toma las riendas de la carrera con el objetivo de conseguir acabarla.

Las sensaciones son perfectas y avanza imprimiendo el esfuerzo justo y aprovechando el impulso de las olas. Cuando quedan 10 millas se empieza a sentir el rebote de las olas con el acantilado de Coconut, si a esto le sumas olas de 8´y un viento del E de 25 nudos, se forma lo que Fernando denominó el “maldito chopazo hawaiano”. Imposible mantener en equilibrio si no llevas velocidad, lo que automáticamente, te obliga a remar con más fuerza y muchas no quedan. Es el momento donde ves si la estrategia de tu rumbo surte efecto o te empiezan a pasar como aviones. Se consigue pasar la referencia de Coconut y nos espera lo peor, rompientes a derecha e izquierda (metro y medio de ola) y un canal hacia la meta por donde justo pega el viento que antes era nuestro aliado. El resultado una milla de Up Wind brutal. En la línea de llegada Ekolu está esperando a Fernando, gritando sin parar su nombre para darle ánimos, el speaker anuncia su llegada y por un momento Hawai sabe que España existe en el mundo del SUP. Ekolu se funde en un abrazo interminable con Fernando y estalla la alegría, el gran Jaime Mitchell felicita también la proeza del equipo español y comenta con Fernando la dureza de las últimas 10 millas. Todos estamos excitados, lo verdaderamente importante es la participación y compartir esta hazaña épica que es, la Molokai Race. Nos vemos el año que viene.

Sábado





Día de reposo, la carrera imprime las acciones de todos, las preparaciones empiezan temprano, llega el capitán del barco de Honora con las predicciones de viento y swell. Asistimos alucinados al breefing de este experto conocedor de los ritmos de las mareas, las corrientes, los efectos de las diferentes líneas de navegación.
Kainoa nos ofrece un repertorio de lecturas y actuaciones que nos vinieron de perlas durante la travesía. Se carga el remolque con todas las tablas y el barco de escolta de Ekolu.

Nos lleva de paseo por la isla y visitamos la sima de Kalapapa donde el rey hawaiano excluía de por vida a los enfermos de Lepra.

También visitamos una roca natural en forma de Lingam, falo gigantesco sobre el cual hicieron sentarse a Fernando. Risas constantes y explicaciones abundantes de leyendas e historia de la isla, enriquecedora, apasionante.

Comemos de camino a casa, en un restaurante típico que te sirve un plato enorme, consistente.

Más duchas una buena sesión de streching global y nos dirigimos a la reunión de competidores en el Hotel Resort situado en la playa de salida de la carrera. Al llegar todos los participantes ya están sentados en la hierba atendiendo las explicaciones de Mike Takahasi, organizador del evento. Cuando empezamos a fijarnos en los competidores empezamos a reconocer a Dave Kalama, Jamie Mitchell, Aaron Napoleón, Gerry Lopez, Garret McNamara, Chuk Paterson. Ekolu ejerció de anfitrión y nos presentó a todo el mundo como mis amigos de España. Una cena rápida con la gente mientras se comenta estratégicas, posible estado del océano para el día siguiente y de vuelta a casa. Esa noche no dormiremos casi ninguno...

Viernes




Por la mañana la misma banda sonora y nos vamos a surfear con los padres de Ekolu a un secret spot solo nosotros 4 en SUP.

Unas olas glassi, el arrecife transparente, mantas raya y tortugas marinas son nuestros compañeros en esta sesión interminable.

Al acabar, Jerónimo nos prepara unos hotcakes enormes con plátano y sirope. En ese momento aparece el capitán del barco que nos escoltará durante la travesía, que se zampa tranquilamente un hotckake entre risas.

Después nos vamos a aprender outriger con Kainoa y Ekolu de grandes maestros. Flat water, cambios de posiciones, manejo y guía de la canoa, cambios de ritmos, trabajo técnico y de grupo sobre la remada con las correcciones precisas de Ekolu.

En el spot de olas Kalani y otro SUPer se están pegando una sesión de olas increíble, lo que hace que Ekolu nos proponga enseñarnos a surfear con una canoa de seis personas, con esas olas las emociones están garantizadas, el equipo es consistente y reaccionamos como uno solo.

Ekolu con toda su estatura se empina sobre la canoa para elegir la ola apropiada. El rimo y el timming deben ser de una precisión absoluta, nos encaminamos, nos dice que dejemos de remar y... estamos surfeando!!! Fernando me grita, “nene dobla la cabeza” y veo una ola rompiendo a nuestro lado, la velocidad, emoción y sensación son indescriptibles. Kainoa hace el pino sobre la canoa.

De nuevo ola tras ola, incansables, surfeamos y en la ultima los hawaianos nos plantan un Cut Back con ese pedazo de canoa impresionante. La espuma nos inunda la canoa, toca achicar.

El outriger nos ha conquistado, el esfuerzo en equipo, la sensación de unidad, es una experiencia que queremos volver a repetir. Los padres de Ekolu entrenan diariamente en el club de canoas.

Mas duchas y después nos vamos a una celebración social donde Ekolu y su orquesta nos deleitan todo la noche con canciones hawaianas y del repertorio del Katacrack, palabra que ha tenido mucha aceptación, todo el mundo la repite.